Por si no fuera poco los discapacitados a parte de presentar
problemas físicos o mentales que le dificultan el desarrollo de tareas
cotidianas, tienen que soportar una marginación social.
Creo que debemos decir basta.
Basta de prejuicios, de limitaciones, de no puede, claro que
puede pero, ¿acaso le has dejado intentarlo?
La sociedad se tiene que involucrar y tener en cuenta a las personas con
necesidades especiales.
Es un tabú, pero encontrar a personas que padecen discapacidades
ejerciendo importantes cargos en nuestra sociedad, nos llama la atención, es
raro, porque te preguntas ¿Cómo puede ser que alguien más limitado biológicamente
que yo, ocupe un puesto laboral más alto?
Podemos observar en el siguiente experimento realizado por
el Hormiguero las caras y opiniones de impresión de los candidatos que optan a
un puesto de trabajo cuando ven que su jefe de contratación tiene Síndrome de
Down.
La clave del éxito es en el esfuerzo, la constancia y las
ganas por mejorar, y no perseverar es lo que realmente te limita.
Abrir los ojos, tú mismo impones tus propias limitaciones.
Hay innumerables tipos de discapacidad con denominaciones
impronunciables, pero todos deberían tener en común la tolerancia y comprensión
por parte del resto de los miembros de la sociedad.
Es cierto, que la sociedad poco a poco se ha ido
concienciando y adecuando entornos y dispositivos para facilitar la
accesibilidad y su uso de las personas discapacitadas al igual que el resto.
Debemos entender que las diferencias entre nosotros no son
tan abismales, al fin y al cabo todos somos personas.
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